Unión Bellavista, El Espíritu Del Fútbol
En al año 1894 un misterioso buque atracó en Antofagasta, al norte de Chile. Los colonos ingleses de la zona no sabían quiénes eran los tripulantes, ni qué buscaban en esta zona remota. Sin embargo, se acercaron a ellos y los invitaron a un evento difícil de rechazar: un partido de fútbol.

En el comienzo, la gente jugaba al fútbol sólo para divertirse. No había dinero de por medio, ni programas deportivos, ni directores técnicos que ganaran millones de dólares, ni jugadores famosos y reconocidos en todo el mundo.
El fútbol, por su fanatismo, era el deporte más hermoso del mundo. Los deportistas que jugaban los partidos para sus clubes lo hacían por pura pasión, con el entusiasmo que brinda el amor a la camiseta. Todos ganaban dinero de otras maneras, eran profesionales o trabajadores que disfrutaban del juego en su tiempo libre. Porque el fútbol es, al fin y al cabo, un juego para divertirse.
Luego el deporte se profesionalizó, o mejor dicho se convirtió en un actividad rentable. Hoy en día en un negocio multimillonario, donde empresas poderosas depositan montones de dólares para auspiciar a tal o cual jugador.
Al resto de los clubes de fútbol, que existen por el simple motivo de jugar y divertirse, ahora se los llama “clubes amateurs”. Son entidades que subsisten gracias al entusiasmo y el amor por el deporte. Y son en realidad el verdadero corazón del fútbol.
Tal es el caso de Unión Bellavista, uno de los clubes más antiguos de Chile y del mundo, que como todos empezó siendo amateur y hoy, para sorpresa de muchos, todavía lo es.
Rumbo a la Segunda Divisió